Corralon y Distribuidora

CORRALON Y DISTRIBUIDORA

Desde 1969 que veniamos tomando obras publicas en dependencias Nacionales, concretamente en la Direccion de Obras y Planeamiento de la Universidad  Nacional de La Plata. Primero solo y luego en sociedad con Santiago, mi padre y  Jorge Oscar Battacchi ( ver archivo de obras en Universidad), donde nos iba muy bien.
Jorge Oscar Battacchi

En 1973  con la llegada al   gobierno del Frejuli, encabezado por Héctor J. Campora (el tío)   y con el nombramiento como Ministro de Economía de José Ber Gelbar, presidente de la Confederación General Económica, se implementa como parte del plan económico listas máximas de precios para todo, incluso los materiales de construcción, lanzándose un enorme plan de obras públicas y créditos  hipotecarios a través de todos los bancos. La gran demanda hizo que hubiera inflación y al haber precios máximos y falta de insumos comenzó un demoledor mercado negro. Nuestra pequeña empresa estaba bastante bien equipada con maquinas, vehículos y más de 20 operarios. Santiago, mi padre  era el capataz general de todas las obras, las que recorria con su camioneta dos o tres veces por dia, Battacchi y yo nos encargabamos de las compras, certificacion de las obras, atencion de las inspecciones y  tramites administrativos.  En lo laboral, durante el gobierno provincial de Calabro (sindicalista) se aprobaron leyes que hacían imposible la relación con los operarios, por ejemplo un empleado se podía considerar despedido sin que esto hubiera pasado y exigir la indemnización y había que pagarle lo que pidieran, pues los jueces laborales siempre fallaban a su favor.
Omar Ruben Amescua
 Los materiales se abonaban con un 40% en negro, en efectivo antes del envió y se facturaban con los precios máximos. Por estar vigentes las listas máximas de precios, los mayores costos de las obras públicas daban cero. La mayoría de las empresas que tenían obras públicas decidieron paralizarlas y nosotros  cometimos el error de continuar hasta finalizar las mismas con importantes pérdidas, vendiendo parte del equipo. A esto se sumaba los permanentes juicios laborales, pues trabajo sobraba y la gente iba por la indemnización, pues al otro día conseguía un nuevo trabajo.
Por todo lo expuesto decidimos terminar las 4 o 5 obras que teníamos  en ejecución en la Universidad a perdida y liquidar la empresa en 1974 a pesar del alto costo de los despidos.
Para buscar otros horizontes hicimos contacto con Superlit y Monofort, grandes fabricas de fibrocemento, material muy de moda por aquellos tiempos  para abrir una distribuidora de fibrocemento y corralón de materiales en la avenida 66 entre 144 y 145 de Los Hornos con el nombre de Amescua Battacchi y CIA Sociedad en Comandita
planilla de certificacion de obras de la Dccion. de Planeamiento
Con el equipamiento que logramos salvar, 1 camión volcador, un camión playo y dos camionetas,  el terreno y galpones donde estaba el depósito de la empresa pasaron a ser nuestro negocio. El movimiento económico era enorme y habiendo aprendido a facturar con las listas de precios máximos  y el resto en negro y antes del envió no iba muy bien.
Las tareas de la empresa estaban divididas; Jorge Battacchi y yo nos  encargabamos de la empresa constructora en liquidación y las compras para el corralón, ayudando cuando era posible con el reparto y Santiago mi padre y Omar mi hermano estaban a cargo del corralón;

Santiago Roman Amescua y Lilia
Elina Draghi, mi madre
 Omar en la oficina y Santiago, muchas veces acompañado por Leandro (niño) en uno de los camiones de  reparto o controlando la recepción de los materiales. A continuación paso a contar una anecdota de aquella epoca:
Bedford playo
Fiel a sus costumbres de campo cuando salia a repartir con alguno de los camiones, a media mañana paraba en algun bar a echarse un trago pues parece que se le secaba mucho la garganta.

Cuando vivíamos en Azul en la decada del 50, nuestro campo  estaba a 23 km del pueblo y con carro y caballos se tardaba mas de dos horas en llegar. Generalmente a mitad del camino se paraba en algun boliche de los que estaban a la vera del camino a tomar la capa para que los caballos descansen un poco y a Santi le quedo la costumbre, aunque el camión no necesitara descanso.
En determinado momento comenzó a parar en el bar de Pierini, de la calle 137 y 63, esto sucedía cuando no hacia la parada en la otra posta,  frente a los silos de la arenera de Ensenada, en la Colon al fondo, mientras esperaba turno para cargar arena, cuando se debía entregar  este material.
 Santiago no sabia que el bar de 137 pertenecía al marido de Ana, una compañera de Lilia, (mi madre) de la Clínica Los Hornos, lugar donde trabajaba como cocinera,  quien por supuesto le batió lo de la parada.
Lilia se paso la vida tratando que Santi  no tomara bebidas blancas, pues por su trabajo había visto morir muchas personas de  cirrosis y tenia pánico que esto le pasara a Santiago, quien jamás discutía el tema, y en este caso como solución practica  dejo de ir al bar mencionado para evitar discusiones, pero sin perder su campestre  costumbre.
Cierto día yendo con Battacchi  de las obras hacia el corralón por la calle 63 antes de  circunvalación, a mas de 20 cuadras de casa, nos encontramos con el Bedford 64 volcador parado y cargado de arena pero sin el conductor, pensamos que se habría roto el camión y paramos para prestar auxilio. Al acercarnos comprobamos que estaba en marcha y regulando, supusimos que se habría roto algo de la transmisión, subimos al mismo y al ponerlo en cambio todo funcionaba bien, luego, no resulto difícil deducir que Santi estaba en el bar de la esquina a unos 40 m ( no frente al bar) mojando el gargüero y decidimos hacerle una broma y obligarlo a declarar donde estaba, cosa que no le contaríamos por supuesto a Lilia.
Battacchi se puso al volante,  marcha atrás hasta la esquina, doblando varias veces caminamos 4 o 5 cuadras hasta una calle de tierra, estacionamos el vehículo, lo cerramos con llave, nos llevamos la llave   y seguimos viaje para el corralón.
Ya en la oficina, le contamos a Omar y  tomando mate nos quedamos esperando que llegara Santiago en taxi desesperado a contarnos que le habían robado el camión, teniendo que declarar en que lugar había sucedido el hecho.
Bedford 64 y Doodge 200

No habrían pasado mas de 20 minutos de nuestra llegada al corralón que pasa por delante de la puerta de la oficina, marcha atrás el camión supuestamente hurtado para descargar arena en el fondo,  segundos después aparece Santi como si nada hubiera sucedido y se queda tomando mate mas de media hora. Por supuesto la conversación era de qué manera estaban robando camiones últimamente en La Plata (cosa que no era cierta) y Santiago ni una palabra al respecto, por lo que no pudimos cargarlo. ¿Como abrió el camión?; con otra llave que tenia escondida en la caja de herramientas por si se le perdía la que llevaba en el bolsillo y ¿como supo donde estaba el camión?; por un conocido suyo que pasaba por allí cuando lo corríamos. Esto lo supimos muchos años después.
La bonanza del corralon, como suele pasar en Argentina duro poco, pues en 1975, muerto Perón  llego al poder  Maria Estela Martínez (Isabel) y con ella el ministro de economía Celestino Rodrígo y en medio de una enorme crisis económica, el ministro produjo lo que se llamo el Rodrigazo, que fue una devaluación de más del 100% de nuestra moneda.
expo Monofort 78 vista calle 1
Con esta devaluación de un día para otro nuestro capital se redujo a menos de la mitad y como las cosas subieron como consecuencia de la devaluación a más del doble, la gente perdió su poder adquisitivo y pasamos a tener cero ventas y al estar con deudas, no poder pagar  las mismas. No obstante mantuvimos el negocio abierto perdiendo dinero hasta 1979. En 1978 como  distribuidores de Monofort  y de su subsidiaria Superlit participamos en la exposición de Industria y Comercio que se hacia todos los años en la Escuela Albert Thomas, alquilando una parcela exterior grande  en la calle 1 y 58. El proyecto del stand lo diseñe yo y el armado lo hicimos con materiales aportados por la empresa y mano de obra nuestra, con ayuda del Jefe de Fabrica de Superlit, de nombre Fedina que tenía mucho conocimiento de cómo manipular el fibrocemento.
Expo 78 vista calle 58
En esa exposición obtuvimos el primer premio para la categoría industria y esto nos abrió la puerta para negociar con Monofort  la distribución de cañería de presión para agua corriente material que se utilizaba en toda la Provincia de Buenos Aires para construir las redes de agua. Para Montar la distribuidora de Cañería de Presión, Monofort  exigió un predio bien ubicado, donde nos pondría 1 millón de dólares en cañería para exposición y a reponer cuando se vendiera. Conseguimos, con la ayuda de Oscar Sangrador, Jefe de la Estación Meridiano 5º del Provincial alquilar  a orilla de las vías del ferrocarril provincial, en el ramal que iba de La Plata a Avellaneda, sobre la circunvalación. Avenida 32, del lado de La Plata, 200 metros de largo por 15 m de ancho de avenida 44 hacia calle 46 y 150 m de largo por 15 m de ancho  de 44 hacia 43. Demostrado a Monofort que el grueso de los funcionarios municipales de los 124 partidos de la Provincia de Buenos Aires cuando vienen a la capital provincial, a la Gobernación o a los Ministerios, entran por avenida 44. Se no concedió la distribución de la cañería de presión, para lo que debíamos montar las oficinas sobre el terreno alquilado al ferrocarril. 
living sobre calle 1
A principio de l979 comenzamos a montar 30 módulos de cabertizo de Fibrocemento de 86 cm cada modulo  por 6.30 m de luz. (Los cobertizos eran una estructura autoportante de fibrocemento de onda grande, con la forma de media circunferencia de 6.30 m de diámetro). Por la buena ubicación del  emprendimiento, la fábrica de caños de cemento San Martin, la más grande de aquella época se comprometió a estoquear 200.000 dólares  en el predio a reponer para mantener el Stock.  Comenzamos a trabajar  a toda máquina con 6 operarios para realizar el montaje y una mañana al llegar al predio no encontramos  con 6 infantes de la Marina armados con Fal, haciendo guardia en las dos  parcelas, que no nos permitieron entrar y tampoco nos dieron ninguna explicación. Desde la calle se veía pegado del lado de afuera de los cobertizos gran cantidad de fajas de clausura del Municipio. Recordé que cuando estábamos limpiando el terreno con una motoniveladora, paro un auto de alta gama del que bajo un señor que sin identificarse no pregunto que estábamos haciendo.
vidriera parte cerrada
Le explicamos que íbamos a montar la distribuidora y nos  contesto allí no se podía poner ningún negocio, se subió al auto y se fue. Después de describir a este señor no dijeron que era el Intendente defacto de la época,  que tenía el grado de Capitán de la Infantería de Marina. Como teníamos los papeles en orden, habiendo aprobado los planos del emprendimiento en el Ministerio de Obras Publicas de la Nación, por ser las vías jurisdicción Nacional y consultado nuestro abogado, nos informo que existe una ley de prelación de leyes y que si algo es aprobado por la Nación no puede ser desaprobado ni por la Provincia y menos por el Municipio,  por lo que decidimos dar pelea legal, pero antes hablar con el asesor letrado del Municipio para explicarle que la actuación de este había sido incorrecta para ver si la modificaban.
expo 78 interior  del stand
Con nuestro abogado el Doctor Almagro, Jorge Battacchi, Ricardo Enrique Wagner y yo, socios en el emprendimiento nos entrevistamos con el asesor letrado del Municipio al que debimos pedir audiencia con varios días de anticipación explicado el motivo del pedido de la audiencia. El abogado nos recibió con un custodio de la infanteria de marina armado con un Fal detrás de él y nos explico que era cierto que nosotros habíamos cumplido con la parte legal al haber aprobado  el emprendimiento en la Nación, pero que el Municipio no aprobaba la instalación del mismo allí y que por lo tanto no nos iban a permitir funcionar. Le explicamos que por la ley de prelación de leyes si interponíamos un recurso de amparo ante la Justicia no podían  impedir la apertura, a lo que contesto que era cierto, pero que tenían otros métodos  para desalentarnos. Para que un negocio funcione deben entrar y salir personas y vehículos permanentemente del mismo y que al salir del límite del terreno alquilado al ferrocarril no nos olvidáramos que entrabamos en el ejido municipal y que ellos no tendrían ningún problema de poner en esa esquina un enjambre de policías municipales para evitar esto.
vista calle 58 expo 78
Luego abriendo una carpeta  comenzó a detallar: Que además teníamos un corralón en 66 entre 144 y 145 donde seguramente habría algo que no cumplía con las ordenanzas Municipales. Que teníamos 3 vehículos, detallando marca color y nº de patente que todo el día circulaban por el ejido Municipal y que ellos podrían ponerle un motociclista municipal detrás de cada uno, y que por más que no se quiera siempre se comete alguna infracción. Que tanto Battacchi como Amescua, como Maestros Mayores de Obras  están dirigiendo varias obras, detallando direcciones, nombre de propietarios etc., donde  nunca se cumplen todas las disposiciones Municipales y continuo diciendo que además puede ser muy peligroso pues, ustedes seguramente leen los diarios y abran visto que a cada rato aparecen en las zanjas personas muertas sin que se sepa porque las mataron.
vista calle 58
Con nuestro abogado nos miramos, nos levantamos sin decir palabra y nos retiramos. Nos trasladamos a un café cercano para dialogar y nuestro abogado nos dijo que si decidíamos seguir adelante nos buscáramos otro abogado, pero que nos aconsejaba desistir del emprendimiento porque lo dicho por el abogado Municipal era claramente una amenaza.
Para no perder todo y recuperar los cobertizos y otros materiales que todavía no se habían empleado, comenzamos a pasar frente a lo que iba a ser nuestra distribuidora dos veces por día hasta que observamos que habían retirado a los infantes de marina. En un operativo tipo comando con todos los vehículos y empleados del corralón rápidamente desarmamos y retiramos los cobertizos y alambrados. 
Allí termino la ilusión de montar un negocio importante, (vender cañería de presión) con una pérdida de más de 100.000 dólares, esto termino de fundirnos y al poco tiempo cerramos el corralón cansados de perder dinero por la recesión.
Ante la necesidad de contar con otro empleo, además del que teníamos en Infraestructura de Educación, pues nos pagaban sueldos magros conseguimos: Battacchi emplearse como asesor en el Municipio Urbano de la Costa recién creado y yo en el de 25 de Mayo como Director de Obras Públicas (contratado), ya que por aquella época era el Jefe de la zona de Infraestructura de Educación de los partidos de 25 de Mayo, Bragado, 9 de Julio y Carlos Casares, para lo que alquilé una casa en 9 y 33 de 25 de Mayo, ya que pasaba toda la semana  allí.
Por esa época el Gobierno Militar destinaba gran cantidad de dinero para obras públicas en el interior de la provincia, desde donde pensaban crear un partido manejado por ellos, utilizando a los intendentes como punta de lanza. Por tal motivo como Director, tenía a mi cargo la inspección de varias obras: Remodelación General de Hospital Zonal Saturnino Unzué, transformación de un viejo centro materno infantil en moderna escuela Diferenciada, construcción de la nueva escuela 4, pavimentación y construcción de agua corriente en Norberto de la Riestra (principal pueblo del partido), pavimentación de 30 cuadras y ampliación de más de 30 manzanas de agua corriente en 25, varias comisarías en los pueblos del interior del partido (antiguas estaciones de ferrocarriles levantados).
La obra del Hospital  Sub-Zonal Saturnino Unzué se trataba de la construcción de tres nuevos quirófanos, uno de alta complejidad, otro normal y el 3º  para partos, con dos salas de terapia intensiva y un pabellón de internación compuesto por 12 habitaciones para dos camas por habitación.
Por la complejidad de la obra en razón que se debía instalar calefacción central, vacío, aire comprimido, electricidad de 6, 12, 24 y 220 volts se hizo necesario contratar un experto en electromecánica y para realizar dicha tareas fue contratado mi tío Héctor Gelso Ingeniero Mecánico que vivía en Mar del Plata, que de paso cundo viajaba dos veces por mes se hospedaba en la casa que tenia alquilada en 9 y 33 y como sabe cocinar muy bien lo pasábamos bárbaro
Barrio de viviendas Pdo. de 25 de mayo (autoconstrucción)
Cuando los militares llegaron al poder en 1976 en los pueblos del interior pusieron como intendentes a militares en actividad con mando de tropas, supuestamente para combatir a los guerrilleros, que había en esos pueblos. Luego de darse cuenta que  no había tales guerrilleros, pasaron los Municipios en general a la Sociedad Rural o a otras instituciones rurales de este tipo.
En el caso del Partido de 25 de Mayo el primer intendente, creo que fue un Capitán del ejercito. A poco de asumir este,  hubo  grandes lluvias lo que hizo crecer el nivel de agua  de la Laguna Mulitas pegada al pueblo (los pluviales del pueblo iban a la laguna) y esto inundo terrenos aledaños a la misma donde se habían asentado 12 familias indigentes en terrenos fiscales.
Vivienda 2 dormitorios (autoconstrucción)
El personal Municipal estaba acostumbrado a evacuar a estas familias cuando había grandes lluvias e instalarlos en vagones  de carga del ferrocarril en desuso, en la estación del pueblo   hasta que bajara el nivel de agua de la laguna. Enterado el Intendente de la evacuación, pregunto si esto sucedía siempre, a lo que los empleados municipales le contestaron que sí. Inmediatamente mando demoler los ranchos donde vivían estas personas y ordeno que no se le permita levantar nada en esos terrenos fiscales inundables. Cuando me hago cargo de la Dirección de Obras Publicas, ya hacía tiempo que el diario del pueblo insistía que había que darle una solución a los llamados “inundados” que vivían en los vagones del ferrocarril.
Barrio de viviendas Pdo. de 25 de Mayo (autoconstrucción)
El Intendente que me contrato, antes había sido el presidente de la Sociedad Rural del pueblo y por lo tanto persona muy conocida en el mismo, me pide que piense  una solución lo más barata posible para terminar con la historia de los inundados y que podía utilizar un manzana triangular en zona alta, a orillas del pueblo para radicarlos.
Elaboro un proyecto de un pequeño barrio de 12 casas utilizando los cobertizos que teníamos en el depósito en La Plata, (rescatados del emprendimiento "clausurado"), proyectando 8 casas de  dos dormitorios, baño y cocina comedor que se construirían con 10 módulos de cobertizo y 4 casas de 3 dormitorios que se construirían con 13 módulos. En ambos casos estos  hacian de techo y muros laterales.
Barrio de viviendas de  Pdo. de 25 de Mayo (autoconstrucción)
Propongo realizar la obra por autoconstrucción, poniendo el municipio los materiales, 1 capataz albañil y el envió de comida tanto al mediodía como a la noche para las 12 familias  desde el comedor centralizado que el municipio tenia para los dos asilos del pueblo y mientras dure la obra. El plan era que esa gente indigente, sin oficio alguno (ladrones de gallinas y cazadores de liebres con galgos) aprendiera un oficio, ademas de dotarlos de casa propia. Le solicito al intendente que involucre en el plan  a la Asistente Social Municipal, Mirta, que los conocía  y también al cura Pedro (tercermundista), perteneciente a una capilla cercana   a la laguna que los conocía muy bien y los asistia espiritualmente.
El Intendente, no muy convencido (decía que no  íbamos a poder hacerlos trabajar), me autorizo lo solicitado y me compro los cobertizos. En 15 días se estaba construyendo el barrio a toda máquina, donde trabajaban todos los miembros de la familia bajo mi dirección y administración y a las ordenes del capataz municipal , con la intervención de Mirta, la asistente y Pedro el cura.
Barrio de viviendas Pdo de 25 de mayyo (autoconstrucción)
Por tratarse de gente no disciplinada, los que dirigiamos teníamos que revolear el látigo permanentemente, poniendo cara de malos. (las mujeres geniales a los 15 minutos de llegar los directores aparecían con mate amargo y tortas fritas). Finalmente a los 4 meses se terminaron las viviendas, se inauguraron con mucho ruido de parte del municipio y grandes halagos del pasquín del pueblo. poniendole al barrio el nombre de un cura que no recuerdo  Los diez hombres, por recomendación del capataz municipal fueron incorporados al municipio para tareas de albañilería. Varios años despues de haber dejado 25 de Mayo y al regreso de una comisión del Ministerio, hago que el chofer entre a 25, pase por el barrio y pare frente a una de las casas para sacar fotos. De la casa sale una de las mujeres que habian intervenido en la construccion y al ver el vehiculo parado mira para ver  sus ocupantes, me reconoce, nos hacen bajar del mismo, llama a sus vecinas y 15 minutos despues estabamos tomando mate amargo y comiendo tortas fritas como en el tiempo de la construcción. Las fotos sacadas en esa oportunidad son los que ilustran esta nota.

SAN CLEMENTE DEL TUYÚ
De la expo de Monofort de 1978 la empresa Monofort nos regalo todo lo expuesto que deliberadamente habiamos pintado prolijamente.
Casa San Clemente, Gabriela y Sergio
Battacchi niños
El stand central, terminada la misma lo llevamos a San Clemente del Tuyú y con el construimos una casa de 3 dormitorios, baño, estar y cocina en el terreno donde iba a funcionar la sucursal del emprendimiento 
"Clausurado". 
El referido terreno de 20 por 50 metros lo habiamos comprado cuando se estaba construyendo la nueva ruta, era un terreno muy bajo, permanentemente inundado y con espadaña, donde Tanto Leandro como Sergio (niños) se pasaban el dia agarrando ranas que luego ponían en un tanque y cuando había muchas las faenabamos y nos haciamos el festín. Para rellenar el terreno hasta la altura de la ruta recien construida debímos estacionar el camión volcador del corralón  y a Santiago  durante un mes en San Clemente. Arreglamos con el maquinista de la empresa que estaba cargado arena a  20 camiones de la misma, sacada del medano costero a 1 km de nuestro  terreno, para rellenar el tramo de  ruta que se estaba construyendo de  San Clamente a Santa Teresita, para que en los ratos libre  cargue nuestro camión.  Debimos hacer 1200 viajes de 3 m3 para completar el relleno. Este medano artificial debimos fijarlo sacando pasto de terrenos aledaños y plantarlo sobre la arena y regarlo para que crezca. 
Cuando estabamos construyendo la casa viviamos en un departamento de Battachi en el centro y en una ocasión viajamos el, con su padre e Hijo Segio, Guillermo Pared, Joge Mayocchi y yo con mi padre  y Leandro trabajabamos una mañana larga en la obra y en la tarde nos ibamos a pescar a Punta Rasa. Como Santiago cocinaba muy bien le habiamos delegado la tarea de cocinar con el padre de Battacchi como ayudante de cocina. Como buen tipo de campo lo ponia mal que faltara  comida. El primer dia cocino un estofado de carne y papas riquisimo, pero nos pusimos  de acuerdo  de comerselo todo para luego gastarlo que nos habia dejado con hambre. Se trago la gastada y en la tarde cuando regresamos de pescar estaba cocinando un guiso de igual tamaño que el estofado, pero nos dimos cuenta que en el horno de la cocina estaba cocinando otra cosa.  Nuevamente nos pusimos de acuerdo de comerle todo aunque reventaramos, nos comimos todo el guiso que estaba buenisimo y comenzamos a cargarlo. Abrio el  horno y saco un costillar con paleta de cordero, asado con papas morrones y cebollas y riendose nos dijo ¡¡¡¡coman mierdas!!!!!!. No se como hicimos pero se lo comimos todo (eramos jovenes). Se agarro tal calentura que no cocino mas. Esa noche tuvimos que salir a caminar pues estabamos que reventabamos de llenos.
Casa San Clemente En Cosruccion, con
 Gabriela, Sergio y Vanina y el Mehari
con el que ibamos a pescar a Punta Rasa

Cuando cerramos el Corralóm, Battacchi se quedo con el terreno y casa  de San Clemente que esta frente a la ruta de acceso. Por aquella epoca, cuando compramos el terreno, llegar hasta San Clemente era casi una aventura, ya que el camino pavimentado era muy angosto y lleno de pozos y terminaba en Lavalle (20 km. antes de San Clemente), por entonces cabecera del partido de todas las playas que hoy pertenecen al Municipio Urbano de la Costa. (Playas del Tuyú)
Interior de la Casa, Jorge y Mary

Desde allí, hasta San Clemente como hasta Santa Teresita o Mar de Ajó los caminos eran de arena y habia que rogar que no hubiera habido viento los dias anteriores pues se formaban serruchos que desarmaban los vehiculos. Con Jorge luego de la disolución de la sociedad seguimos amigos.
Casa de San Clemente, Gabriela y Vanina

NICHOS
A principios de 1983, habiendo yo terminado mi función en 25 de Mayo por cambio del Intendente y estando Jorge todavía como asesor en el Municipio Urbano de la Costa viene a verme dos meses antes de la elecciones de la vuelta a la democracia, para ver de qué manera se podían hacer en el cementerio de Mar de Ajó 320 nichos que debían estar terminados y cobrados en los dos meses que le quedaban al gobierno defacto. 
La altura de los mismos era de 4 hileras, aproximadamente 3.5 m. Se debían proyectar sobre un muro  y  techo de canalones de fibrocemento existentes, quedando una galería de 3 metros luego de instalados los nichos.
Jorge me dijo piénsate algo que regreso la próxima semana, pero recordá que en 2 meses deben estar terminados y cobrados.
Comencé  a  pensar ¿que es  un nicho? y llegue a la conclusión que se trataba en realidad de una estantería donde se guardaban cajas, sin importar las variaciones de temperatura ni los ruidos pues a sus usuarios esto ya no les molestaría, solo debían estar protegidos de la lluvia.
Con cualquiera de los métodos tradicionales hormigón o mampostería no se llegaba con el plazo
Comencé a proyectar la referida estantería en madera dura totalmente encastrada y aseguradas las piezas mediante tarugos encolados de 1”, dejando ranuras en el maquinado de la madera para aislar visualmente cada nicho con chapas lisas de fibrocemento de 10 mm, pues me pareció feo que al introducir a su ocupante se vieran los vecinos. La caja se deslizaría sobre 4 caños de hierro galvanizado de 1 pulgada colocados en camas hechas en la madera por sobre la chapa de fondo (o sea que el jonca se deslizaba como por un tubo).
Cuando regresa Jorge, le muestro el proyecto terminado y dibujada cada pieza como para mandar a maquinar la madera, costo de la estantería con tres tipos de maderas distintas y tiempo estimado de montaje. Le pareció buenísimo y me dijo que debería defender el proyecto en la Secretaria de Obras Públicas del Municipio, pues los dos Arquitectos querían dejar la obra para el próximo gobierno y el Intendente y su Secretario de Obras Publicas quería hacerla antes de las elecciones.
Esa misma semana me traslado con Jorge a la costa y se realiza la reunión en presencia del Intendente, el Secretario de Obras Publicas, Ingeniero, y los dos Arquitectos de la secretaría.
El Ingeniero revisa los cálculos y las cargas con que se había realizado el proyecto y dice que todo estaba bien. (Hasta unos meses antes yo había sido el profesor de la materia cálculo de hierro y madera de la Escuela Industrial de 25 de mayo y en cuanto a las cargas había tomado el peso de cada caja como de 300 kilos, mas margen de seguridad).
Los Arquitectos comenzaron a cuestionar la durabilidad de la madera, previendo esto, yo había llevado 3 opciones de madera dura. Anchico (llamado biraró nacional), quebracho y urunday que todavía se conseguía y cuyo peso especifico es como el de la piedra. Luego de una áspera charla, con argumentos poco solidos por parte de los Arquitectos les pregunte si conocían  las Ruinas de San Ignacio, en Misiones, me contestaron que sí, entonces les informe que los dinteles de las ruinas son de urunday y hace mas de 300 años que están colocados allí y al intemperie y les pedí que me nombraran un edificio de hormigón  que tuviera esa antiguedad. En ese momento el Intendente dio por finalizada la reunión aprobando el proyecto para que se realizara en anchico.
Al regreso no abocamos a la tarea de mandar a maquinar la madera en el aserradero de Candía en 19 y 508, quien se había comprometido a realizar la tarea en una semana y nosotros a improvisar un taller de pre armado en el galpón de Guillermo Pared, en Los Hornos, para llevar los tabiques que dividían los nichos en vertical armados, sin el fibrocemento, para realizar en la obra solo el montaje de las uniones horizontales tanto de frente como de fondo, fijar los verticales al muro de fondo y colocar en las ranuras las chapas de fibrocemento tanto verticales como horintales cortadas previamente (que ademas servian para evitar las desformaciones de la madera con el tiempo) y atornillar las tapas de resina del frente con tirafondos de bronce.  A medida que se iba maquinando la madera, en el galpón se hacía el pre armado. Luego todo se trasladó  en 4 camiones y en una semana  quedaron montados los 320 nichos, o sea los 81 tabiques verticales instalados y tarugadas las uniones horizontales.  Las tapas de frente las realizo un plastiquero en resina epoxi y estera de fibra de vidrio. El montaje lo realizamos Jorge, su suegro Amleto Dantola, Leandro y Sergio que tendrían 12 o 13 años y yo. Se entrego la obra y logramos cobrar la misma y los mayores costos antes de la entrega del Municipio al Gobierno electo en 1983. La base de operaciones del montaje fue la casa de San Clemente mostrada arriba.
Hoy 27-3-2015 fui a visitar a Jorge Battacchi a su casa para mostrarle el archivo del corralón y cuando leyo la parte de los nichos me dijo "tengo algo para tí veni". Fuimos al galpón y descolgo las prensas (sargentos) para madera que eran de Amleto y que fue con lo que armabamos  los nichos y me las regalo ¡¡¡Gracias Jorge!!! 

Hector Amescua

Contactos: hamescua@amc.com.ar     haamescua@gmail.com